Antes, los tubos de escape se homologaban de acuerdo con la legislación vial nacional de un país europeo. Pero ahora, debido a la integración europea, la aptitud para la circulación de los tubos de escape está definida por la norma europea ECE 97/24.

Esto significa que cualquier tubo de escape considerado legal para su uso en carretera según esta norma puede utilizarse legalmente en carretera en toda la Unión Europea. Los escapes homologados llevan una placa metálica soldada en el cuerpo del escape con un número de homologación que empieza con una "e" minúscula. La mayoría de los escapes homologados vienen con un E-pass en el que se indica la referencia del fabricante, el número de homologación y la marca y modelo del vehículo para el que está homologado el tubo. Sin embargo, algunos fabricantes no suministran este E-pass.

Es importante tener en cuenta que cada escape homologado está homologado solo para una marca y modelo determinados. La homologación cubre el vehículo en su conjunto, y no el motor. Si compras un escape homologado para un modelo de moto, este escape también servirá para otro modelo que tenga el mismo motor, pero el E-pass solo cubrirá el modelo para el que está homologado el escape.

Si te para la policía, comprobarán el número de homologación en la placa metálica y, si lo solicitan, puedes mostrar el E-pass. Pero no estás obligado a llevar el E-pass contigo, y si te lo solicitan, puedes indicar que el fabricante del escape no está obligado a suministrar uno. Si deseas legalizar un escape homologado en tu scooter, deberás ponerte en contacto con las autoridades locales de ITV para añadir los detalles de escape con un permiso para usarlo en la carretera a los documentos de tu scooter, lo que puede costar unos 35 euros.